Tras quince horas de votación, el Senado decidió por 59 votos a favor, 21 en contra que la ex presidenta Dilma Roussef, apartada de su cargo en el mes de mayo, sea juzgada por la Cámara por un presunto delito de atentado contra la Constitución al practicar las denominadas pedaladas fiscales, una forma de maquillar las cuentas públicas para ocultar los gastos reales, lo que estaría prohibido por la Ley de Responsabilidad Fiscal del país.
Antes de la votación del informe del senador Antonio Anastasia que pedía el juicio de Rousseff en la Cámara, fueron analizadas las llamadas preliminares presentadas por los aliados a la ex presidenta que cuestionaban si el Senado podría votar o no la denuncia contra la ex dirigente. Uno de los argumentos presentados fue que las cuentas de 2015 aún no han sido analizadas por el Tribunal de Cuentas de la Unión ni por el Congreso y que por tanto, el Senado no estaría capacitado para pronunciarse sobre esa cuestión. Otro de los cuestionamientos fue el hecho de que Antonio Anastasia, autor del informe, pertenezca al PSDB. Finalmente, todas las preliminares, fueron rechazadas y se procedió a la votación del informe.
El juicio contra Dilma que comenzará en el día de hoy, se extenderá previsiblemente hasta el próximo 29 de agost.
Con un país dividido entre detractores y seguidores, los analistas políticos ven difícil una vuelta de Rousseff al Gobierno. Si el Senado considera culpable a Dilma, será apartada durante ocho años para ejercer cualquier tipo de función pública, período de inhabilitación que correría a partir de 2018. De ser así, este primer escenario llevaría a Michel Temer, presidente interino, a asumir el cargo de forma definitiva hasta concluir el mandato en diciembre de 2018.
Aunque, podría darse otra situación y es que Michel Temer fuera también conducido a un proceso de impeachment debido a las acusaciones que recaen en él de supuestos casos de corrupción por los que está siendo investigado. De ser así, si se produje en la primera mitad del mandato interino, Rodrigo Maia, presidente de la Cámara debería asumir la presidencia y convocar nuevas elecciones en 90 días. Por el contrario, de producirse en la segunda mitad, sería el presidente del Senado, Renán Calheiros quien llevaría las riendas del país. Por su parte, la ex presidenta Rousseff sigue manteniendo como as en la manga la opción de convocar elecciones anticipadas para poder mantenerse en el mandato hasta ese momento.
De cualquier forma, la conclusión definitiva no se conocerá hasta el próximo 29 de agosto.
