«Tenemos guerra con Estados Unidos, con la oposición, con Colombia (…) la DEA no está en Venezuela, aquí no entra nadie, aquí no entran los gringos». Así se expresó Efraín Campo Flores, sobrino de Cilia Flores y Nicolás Maduro, en una de las reuniones sostenidas en Caracas con un presunto narcotraficante, que luego resultó ser un informante secreto de la Drug Enforcement Administration (DEA).
Durante la tercera sesión del juicio contra los sobrinos de la pareja presidencia de Venezuela, la Fiscalía presentó ante el jurado un video en el cual se ve y escucha a Campo Flores negociando el supuesto envío de un cargamento de cocaína desde Venezuela hasta Honduras y, luego, a Estados Unidos.
Campo también se mostró confiado del poder de su apellido para abrir puertas en Venezuela. Aseguró que sus muchachos aguantaban cualquier cosa, pero que en caso de que «viniera un ‘chivo’ más pesado, un coronel, un general», y pidiera abrir el cargamento, ellos debían estar presentes para mediar.
Con «sus muchachos» se refería a sus guardaespaldas. En el juicio se mostró como evidencia una foto de un hombre con una gran arma de fuego y un chaleco antibalas del que colgaba una gorra como las que utilizan los funcionarios de la Guardia Nacional de Venezuela.
Para la sesión de este jueves se espera la comparecencia de otras fuentes confidenciales de la DEA y la presentación de más elementos de prueba contra Efraín Campo y Franqui Flores.
