Protestas y dolor por el secuestro, violación y muerte de Yuliana

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    Colombia continúa conmovida y adolorida por el asesinato de una humilde niña de siete años a manos de un arquitecto de 38 que llevaba al mismo tiempo una vida de esplendor y admiración social y otra sórdida en busca de menores de edad.

    De acuerdo con las pruebas que tiene en su poder la Fiscalía, Rafael Uribe Noguera secuestró a Yuliana Samboní en el barrio popular Bosque Calderón y la llevó en su camioneta hasta el apartamento donde vivía. Allí la golpeó, la hirió y la asesinó. 

    El hecho ha sido aún más estremecedor al revelarse que los hermanos del asesino, Francisco y Catalina Uribe Noguera estuvieron por lo menos cinco horas alterando la escena del crimen y preparando al homicida para refugiarlo en un hospital. 

    La Fiscalía ya ha comprobado que el cuerpo de la niñita fue arrastrado por los Uribe Noguera hasta un cuarto de máquinas mientras borraban las pruebas del crimen. Posteriormente, vistieron el cadáver y lo metieron entre un jacuzzi para generar la idea de que se había ahogado. 

    A continuación llevaron el homicida hasta una clínica psiquiátrica en la que no fue admitido. Sin embargo, consiguieron que lo recibieran en la Clínica Vascular Navarra, en donde se declaró enfermo del corazón para eludir a la justicia.

    La supuesta afección cardíaca de Rafael Uribe Noguera fue consecuencia de una sobredosis de cocaína y alcohol. Sin embargo, la intervención de las autoridades, impulsadas por aisladas protestas y reclamos a la sociedad consiguió que el acusado pudiera salir de la clínica para ser llevado ante un juez para formularle cargos criminales.

    Uribe Noguera, entre otros delitos, fue acusado por uno de los pocos hechos para los que la justicia colombiana no admite ninguna clase de rebaja de penas: feminicidio. Los otros delitos que le imputan son acceso carnal violento, tortura y secuestro simple.

    Se espera que la Fiscalía acuse también a los dos hermanos del homicida por haber alterado la escena del crimen que tiene consternado al país.