El sindicalismo independiente de la industria petrolera está en emergencia por la paralización de las negociaciones del contrato colectivo vencido desde 2017.
Los dirigentes atribuyen esa situación a las maniobras dilatorias -por parte del gobierno, Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y el sindicalismo afecto al régimen- del contrato colectivo que ampara a unos 40.000 trabajadores de la nómina menor de la estatal petrolera y las empresas contratistas.
José Bodas, secretario general de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela, destacó que el problema del contrato colectivo ha ocasionado numerosas protestas bajo la mirada indiferente de la administración de Nicolás Maduro.
El representante de la Futpv rechazó «el ingreso de hambre» que devengan los trabajadores petroleros.
En ese sentido, exigió que el primer tramo de la escala de sueldos de la convención colectiva sea el salario mínimo vital que cubra todos los gastos de la cesta básica del grupo familiar como lo ordena la Constitución.
En cuanto a la discusión del contrato colectivo, Bodas llamó a los trabajadores y trabajadoras a conformar los comités por la defensa de la convención colectiva como garantía de que las negociaciones sean democráticas e inclusivas.
Lamentó que hasta ahora el gobierno y las «cúpulas sindicaleras» afectas al chavismo madurismo hayan impuesto condiciones laborales contrarias a los intereses de los trabajadores.
Ingreso no alcanza
El dirigente refirió que el ingreso semanal promedio de cada trabajador es de apenas 20 dólares.
Agregó que desde 2017 ha habido ajustes, pero insuficientes, de algunas cláusulas socio económicas, como bolsas de comida y pequeños bonos. El último ajuste ocurrió hace dos años.
Bodas explicó que la política del gobierno de bonificar los salarios ha depauperado las prestaciones sociales, las vacaciones y las utilidades.
En este sentido, denunció la intención de la patronal de cancelar las utilidades de 2023 de manera fraccionada, lo cual volverá sal y agua ese dinero bajo el impacto de la inflación y la devaluación.
Otra exigencia de los trabajadores, refirió el sindicalista, es que las vacaciones, los aguinaldos y los bonos sean parte del salario básico normal.
Trabajadores de las áreas operacionales de Pdvsa que solicitaron guardar sus nombres en reserva revelaron que al personal de los taladros en los campos apenas les pagan 5 bolívares por concepto de bono nocturno.
Otro reclamo de la contratación colectiva es la mejora del sistema de atención de la salud de los trabajadores a través del Sicoprosa (seguro de HCM) y las clínicas de Pdvsa, las cuales están desprovistas de insumos, medicinas y personal médico asistencial.
«La dotación periódica y oportuna de uniformes, botas, cascos, guantes, lentes de seguridad y detectores individuales de gases y sustancias peligrosas es otra de las cláusulas incumplidas del contrato colectivo petrolero, lo cual pone en riesgo la integridad física de los trabajadores y trabajadoras», alertó el directivo de la Futvp.