Lo que durante el año 2019 y sobre todo durante la pandemia fue un boom que se convirtió en una solución para muchos venezolanos que venían de una severa crisis de desabastecimiento, ahora parece estar desapareciendo. La presencia de bodegones en Venezuela ha ido disminuyendo notablemente, asegura el semanario Exclusivas Económicas.
La razón tiene que ver con que las cadenas comerciales tradicionales y nuevas ya pueden ofrecer todos los productos importados y nacionales que antes solo se conseguían en bodegones. Por ejemplo, en una época conseguir harina de maíz era solo posible en bodegones, pues muchos de ellos la importaban de Colombia.
Indica la publicación que la liberación de los precios, por un lado, y la posibilidad de importar con bajos aranceles ha conducido a que automercados y farmacias puedan comprar los productos y venderlos a precios competitivos. La oferta se ha ampliado notablemente y la razón de ser del bodegón ha ido desapareciendo.
No obstante, hemos visto cómo algunos de estos establecimientos han ido aumentando su gama de productos a electrodomésticos o ampliándose para convertirse en automercados o cafeterías. Pero la tendencia de pequeños o medianos quioscos ya prácticamente ha ido quedando en desuso.